Un piloto eléctrico, necesita que le digas los grados a los que quieres ir, es decir, necesita un destino concreto. Entonces, independientemente del viento, te llevará a ese destino, con mayor o menor abatimiento, y siempre que le vayas ajustando las velas. Sin embargo, un piloto de viento, necesita que se trime -ajuste- con respecto al viento. Al ángulo que forma tu rumbo con la dirección del viento. Si el viento rola, el rumbo también cambiará. La verdad es que no es muy práctico en mares interiores con los vientos tan “variables y sucios”, pero en un mar abierto, con el viento establecido y velero equilibrado te guiará sin apenas tocarlo.
Hace unos meses, muchos meses, apareció un anuncio en La Taberna del Puerto, de un cofrade que vendía, a buen precio, un piloto de la marca argentina South Atlantic, modelo S600. En principio, es el siguiente modelo al que yo necesitaba por desplazamiento de la embarcación, pero… era una buena oportunidad. Y estaba en Málaga, que me pillaba de camino….
Bueno, en enero de 2017, me puse manos a la obra, para preparar la popa del Nerea para alojar el piloto.
Como no quería que sobresaliera de la popa, por aquello de la eslora máxima, decidí hacerle un hueco a medida… así que lo primero que hicimos fue sacar la plantilla de corte para un tubo de ese diámetro con respecto a los ángulos de las dos caras de la popa.
Cortado con el plasma de forma bastante rápida y limpia, procedimos a cerrar con una chapa de 5mm el agujero. Soldar los dos cadenotes que sujetarán la parte inferior del piloto. Soldar nuevamente el cadenote del backstay y retrasarlo unos 70 mm, con lo que apenas varía el ángulo diseñado por Van de Stadt. A falta de los brazos superiores, que los colocaré cuando acabe el trasiego de planchas de madera de arriba abajo…